Pocos miedos mios son más grandes que el de la hoja en blanco con la invitación a dibujar o pintar…. Peor aún si la invitación es a dibujarme…. Y es que pocas cosas activan más a la juzgadora autoflagelante que soy…. Y mientras dibujo una multitud de voces me habla a la vez…. Unas critican la estética (para que sigues si eso no está ni medianamente bonito!), otras la técnica (mira que la proporción….), otras la madurez (eso es un dibujo muy infantil) otras voces interpretan (mira el trabajo que te cuesta dibujar la boca, ¿eso que dice de tí?)…. Uuuuffff…. Es agotador….
Y entonces, cuando he tenido ganas de dibujar, dibujo en abstracto. Y, quizás por eso disfruto hacer mandalas. Y hoy, frente a las ganas de dibujar, simplemente tomé la hoja y empecé. Y también traté con cariño a las voces, no el eterno callarlas que me agota, un amable, “sí, sé que estás ahí, te reconozco, aprecio tu ayuda, ahora quiero hacer algo distinto”….
Y, poco a poco, fue saliendo un personaje que me atrae mucho, la bruja. Y es que me atraen mucho los personajes brujiles. Desde la “Joven de las especias” hasta la chamana de “Tierra de Osos 2”. Y, aunque no me reconozco en ese personaje, siento un calorcito, me llama. Las brujas celtas me encantan. Y, quiero crear/recordar esa bruja que hay en mi y que hoy llegó a mi hoja en blanco.
La hoja en blanco…
on 2013-07-30
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