Hace un año publicaba en mi muro de Facebook que yo no amamanté porque era lo mejor para mis hijos a nivel de nutrición, o para que fueran niños más inteligentes, ni para favorecer el vínculo. Lo hice por dos motivos, por pereza y por placer. Por eso los amamanté por más de un año. No me imagino esterilizando, preparando biberones en la madrugada. La lactancia para mí fue ante todo cómoda y placentera. Y por eso me es tan difícil entender a quienes presionan a una mamá a amamantar o a que prolongue la lactancia o a que destete. No estoy de acuerdo en las lactancias por ley o por obligación. Ni siquiera en las lactancias “porque es lo mejor”. Creo que la promoción, en este momento, no debe estar orientada a las madres sino al personal de salud. Debe estar orientada a que el personal de salud sea apoyo, en lugar de juez, en la lactancia. Deben estar orientadas a respetar el deseo de la madre y a apoyarla en su deseo. A darle la información y apoyo que necesite cuando su deseo es amamantar.
Al menos todas las madres que conozco saben que la lactancia es lo más recomendado para sus hijos. Y eso que he amamantado en cuatro paises. Algunas lo hacen, otras no. Algunas lo deseaban, otras no.
Algunas, pocas de esas madres, deciden que es incómodo, que es demasiado doloroso, y deciden dar fórmula. Me parece una decisión absolutamente respetable.
A veces, hay mamás que quieren de corazón amamantar, tienen la información, tambien el apoyo. Y aún así no prospera la lactancia. Y, cuando van a pedir apoyo en instituciones especializadas, les piden más esfuerzo, les dicen que TODAS las mujeres pueden amamantar, las hacen sentir defectuosas, fracasadas. ¡Qué difícil debe ser para una madre tener a su bebé llorando de hambre y las asesoras diciendo no le dés fórmula, péga a tu bebé al pecho y la mamá lleva dias con el bebé pegado al pecho y llorando de hambre!
Por eso no me parece respetable que otras madres de algunos círculos de crianza juzguen a las madres que dan fórmula como si les estuvieran dando veneno a sus hijos, o que las tilden de perezosas, de rendirse facilmente.
Otras madres quieren amamantar y las lactancias fracasan por la mala capacitación del personal en el hospital. Por un lado por la separación de la madre y el hijo y la costumbre de complementar “mientras baja a leche” SIN consultar con los deseos de la madre. Por el otro la presión que ejercen médicos y matronas puede ser más perjudicial que benéfica. Una madre, en el estado de vulnerabilidad que es el postparto, lo último que necesita son regaños. Tristemente los regaños son el único apoyo que saben dar muchos profesionales de la salud. Porque información sobre lactancia y de como apoyarla parecen no tener.
También son muchos médicos los que interrumpen lactancias exitosas. Médicos que dicen que a partir de los 6 meses la leche materna no nutre, que es como agua. Médicos que dicen que la lactancia mínimo hasta los dos años es para tercermundistas que no tienen acceso económico a una buena nutrición. Que si estás embarazada tienes que suspender porque las contracciones de pueden causar un aborto. Me pregunto: ¿Existiríamos como especie si estas afirmaciones fueran ciertas? Hasta se contradicen entre sí. ¡No me cabe en la cabeza lo que implican las dos primeras afirmaciones! “Deje de darle la leche evolutivamente adaptada para su especie y empiece a darle, 3 veces al día o más, la leche de otro mamífero”. Y el problema es que creemos en la profesión médica como autoridad. Nos es difícil creer que no tengan suficiente formación e información sobre el tema, y la verdad es que muchas veces no la tienen.
Dejemos de juzgarnos entre madres. Cada madre hace siempre su mejor esfuerzo y no nos es posible saber que está sintiendo una madre en su postparto. No nos es posible entender lo que vive otra madre y desde qué lugar toma sus decisiones. Que tome decisiones diferentes a las que nosotros hubiéramos tomado no las hace malas madres.
Apoyemos la lactancia. La lactancia llena de deseo, de placer. También dejemos que el destete sea desde el deseo, desde el sentir. Dejemos a un lado la lactancia y el destete como deber. Aún si para hacerlo debamos cuestionar aquellas recomendaciones médicas o hasta de expertos en lactancia si son incoherentes con nuestro sentir.
Imagen de Jade Beal en su imperdible proyecto A Beautiful Body Project.
http://jadebeall.com/a-beautiful-body-project/
http://abeautifulbodyproject.com/
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