En nuestra sociedad poco se conoce o se habla de capacitismo. Al parecer en nuestra cultura debe ser un tema bastante novedoso, ya que se encuentra muy poca información sobre el en castellano.
“El capacitismo es una forma de discriminación o prejuicio hacia individuos con discapacidad física, mental o de desarrollo que se caracteriza por la creencia en que estos individuos deben ser arreglados o de lo contrario no pueden funcionar como miembros completos de la sociedad. (Castañeda & Peters, 2000).”
Yo creo que los individuos con discapacidad pueden funcionar como miembros completos de la sociedad SI se les dan los apoyos adecuados. Es más, estoy convencida que las perspectivas de las personas discapacitadas enriquecen la sociedad. Creo firmemente que la diversidad y la aceptación de las diferentes diversidades nos amplía a todos, nos hace más compasivos, nos invita a ponernos en el lugar de otros. Aceptar las diversidades nos saca de nuestras zonas cómodas, y salir de ellas nos permite ser más creativos.
Somos capacitistas como sociedad. Creemos que hay que arreglar aquello que es diferente, creemos que es la forma de ayudar. Y no, en demasiadas ocasiones, no es lo mejor.
Veo mucho capacitismo, incluso interiorizado, relacionado con el autismo.
“Curar el autismo”, si es que fuera posible, nos privaría de muchas personas con la capacidad de enfocarse en los detalles, con capacidad de concentración exclusiva a un tema específico y de manera casi incansable. Nos privaría de mentes capaces de ver patrones en lo que para el resto del mundo es sólo caos. Nos privaría de mentes creativas capaces de crear desde otra percepción del mundo. Nos privaría de personas con una gran cantidad de empatía emocional, capaces de sentir lo que otras personas están sintiendo.
Una forma muy común de capacitismo es “enseñar”, obligar o “motivar conductivamente” a una persona autista para que parezca no-autista. Esta genera muchas veces más perjuicio que ayuda. Pedir que miremos a los ojos, que no aleteemos, que dejemos de mecernos, que nos expresemos sólo hablando, o que socialicemos más, no suele ser ayuda real. Suele causarnos incomodidad e incluso dolor y no suele hacerse pensando en el mejor de nuestros intereses, se hace pensando en lo que los no-autistas consideran “mejor” o se hace para evitar la incomodidad de las personas no-autistas. Hacer que las personas autistas tengamos que estar enfocados en temas de forma que no nos son naturales y que en realidad no son indispensables para que demos lo mejor de nosotros a la sociedad es ser capacitista. Estos temas de forma implican un esfuerzo importante, nos agotan y nos distraen de poder expresar nuestra percepción de una situación, nuestra opinión, nuestra verdad, nuestro aporte al mundo. Son formas que sobrecargan y llegan a ser causa de meltdowns que se podrían evitar.
Somos capacitistas, y acepto que tengo capacitismo interiorizado, al igual que machismo interiorizado, entre otros “ismos” que me auto discriminan.
Somos capacitistas cuando:
-Exigimos un mayor esfuerzo en temas que consideramos triviales sin constatar el esfuerzo que constituye para el otro
-Negamos adecuaciones ambientales por ser una incomodidad para la mayoría
-Pedimos que no se etiquete o se use el diagnóstico, ya que así indirectamente mostramos que la discapacidad es algo que es “mejor no ser”
-Usamos etiquetas funcionales tales como autismo de alto, medio o bajo funcionamiento
-Compartimos “porno de inspiración” que son historias de motivación donde la persona discapacitada es sólo un objeto para mostrar el heroísmo de quien lo “ayuda”
-Negamos el sentir o la dificultad de la persona cuando lo expresa
-Compartimos curas mágicas
-Recomendamos terapias que le han servido a alguien lejano sin tener en claro si son terapias abusivas y si la “recuperación” se está midiendo en términos de la no diferenciación con una persona no-autista
-Medimos la “superación” de una persona en términos de que “no se les nota”
-Decimos que alguien sale adelante “a pesar de” su discapacidad
-Decimos “lo siento mucho” cuando alguien revela su discapacidad o la de algún familiar
-Cuando usamos discapacidades para insultar (no seas tan …)
-Infantilizamos a las personas discapacitadas, tomamos decisiones por ellas o ayudamos sin saber si se requieren nuestra ayuda
-Apoyamos discursos tipo «Querer es Poder»
No nos damos cuenta que en muchas discapacidades lo que causa el “no ser capaz” es una sociedad que no acepta las diferencias. No nos damos cuenta que la discapacidad no es un adjetivo que perjudica a la persona sino una crítica a una sociedad. Por eso no uso muchas formas políticamente correctas. Digo las palabras DISCAPACIDAD y DISCAPACITADA. Reconozco que SOY DISCAPACITADA.
[La imagen muestra un círculo hecho de círculos de colores dentro de los cuales hay dibujos en blanco que representan diferentes discapacidades]
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EL ORALISMO Y LA FORMA EN LA QUE AFECTA LAS VIDAS AUTISTAS – Aprender A Quererme
[…] en nuestra sociedad se sabe muy poco de capacitismo, de oralismo, o más específicamente de discriminación oralista, se sabe todavía […]